Tanto si estamos de paso hacia otro destino de Argentina como si es nuestro objetivo final, la Ciudad de Buenos Aires es amplia con mucho para ver y hacer.
Plaza de Mayo: Escenario de múltiples episodios históricos, aquí está el Cabildo donde se formó el primer gobierno del país; la Catedral Metropolitana, de estilo neoclásico; y la Casa Rosada, sede del Poder Ejecutivo nacional, entre otros edificios emblemáticos. Las construcciones pueden apreciarse mejor desde la Pirámide de Mayo, rematada con una figura que representa a la Libertad, y alrededor de la cual circulan las Madres de Plaza de mayo para reclamar por sus hijos desaparecidos durante la última dictadura militar.
Manzana de las Luces: una de las más antiguas de la ciudad de Buenos Aires, donde se encuentra la Iglesia de San Ignacio de Loyola y el Nacional Buenos Aires, prestigioso colegio cuyas aulas se transformaron en cuarteles durante las invasiones inglesas. A una cuadra, está la Basílica de San Francisco, la orden sacerdotal que le dio el nombre al actual Papa; y la Farmacia La Estrella, que ahora es parte del Museo de la Ciudad. Por debajo de la Manzana de las Luces corren algunos túneles construidos en la época colonial, utilizados para la defensa y el contrabando.
Avenida de Mayo: es, quizá, una de las más bellas de la ciudad de Buenos Aires por su trazado y sus construcciones, inspirados en la Gran Vía de Madrid. La arquitectura de estas cuadras sorprende en diversos puntos, como la cúpula del edificio de La Inmobiliaria, inaugurado en 1910 durante las celebraciones del Centenario de la Independencia Argentina, en una mezcla de estilos que van desde el art nouveau hasta el neoclásico. Una parada imperdible es el clásico Café Tortoni, por cuyas tradicionales mesas de mármol pasaron figuras como Jorge Luis Borges, Federico García Lorca, Julio Cortázar y Carlos Gardel, por mencionar algunos.
Peatonal Florida: cuenta con tiendas de todo tipo donde el turista podrá encontrar cualquier producto. En su arquitectura destacan la Galería Güemes (entre Perón y Mitre), de un magnífico estilo art nouveau; y las Galerías Pacífico, elegante centro comercial y artístico, con una impactante cúpula pintada por artistas argentinos.
Plaza San Martín: es un lujoso espacio verde donde en 1812 el general San Martín instaló el Regimiento de Granaderos a Caballo. Aquí se encuentra la Torre Monumental, un regalo de los ingleses por el centenario. Frente a ella se ha emplazado el Cenotafio a los Caídos de Malvinas. A un costado se puede apreciar uno de los edificios emblemáticos de la ciudad, el Kavanagh, que fuera la construcción más alta de hormigón armado en su época y cuya silueta se asemeja a la proa de un barco.
Avenida 9 de Julio: con 140 m., es conocida como “la avenida más ancha” del mundo. Fue inaugurada en 1937 y diseñada originalmente por el prestigioso paisajista Carlos Thays. Cuenta con 1.000 jacarandás, ceibos y cerezos. En el cruce con la Av. Corrientes se encuentra el Obelisco, emblema de la ciudad y sus habitantes, emplazado donde fuera izada por primera vez la bandera nacional en la ciudad de Buenos Aires.
Teatro Colón: es uno de los teatros líricos más importantes del mundo. De enorme belleza, su construcción demoró casi 20 años e involucró a 1.500 personas; su cúpula está adornada por una fabulosa obra del pintor argentino Raúl Soldi. Fue inaugurado en 1908 y por su escenario pasaron figuras como Igor Stravinsky, Maria Callas, Luciano Pavarotti, Plácido Domingo, Rudolf Nureyev, Julio Bocca y Maximiliano Guerra.
Avenida Corrientes: famosa por sus teatros y su actividad nocturna, la Av. Corrientes comienza en el emblemático Luna Park. En esta arteria son paradas obligadas reconocidas pizzerías como El palacio de la Pizza, Las Cuartetas, Güerrín o Los Inmortales. En materia de teatros, algunas de las alternativas son los escenarios del Gran Rex, Ópera, Metropolitan, Multiteatro, Broadway, Lola Membrives y el Paseo La Plaza. Tampoco debe faltar una parada en las míticas librerías.
San Telmo: galerías de arte, bares, restaurantes, museos, murales, anticuarios y ferias dan al barrio de San Telmo un aire bohemio único que atrapa a los turistas y locales. Allí hay mucho que conocer en esta parte de Buenos Aires. La Plaza Dorrego es el corazón del barrio. Muchos de los caserones que la rodean datan del siglo XIX y fueron reciclados para convertirlos en cafés, negocios de antigüedades, tiendas o restaurantes. Los fines de semana funciona allí una de las ferias de anticuarios más prestigiosos de América. El barrio de San Telmo también es el elegido por diversos artistas para instalar sus ateliers. Destaca el del platero Juan Carlos Pallarols (Defensa 1049), sexta generación en el oficio, autor del bastón presidencial argentino y obras que se han entregado a personalidades como el Papa Juan Pablo II, la Princesa Diana de Inglaterra, la Reina Máxima de los Países Bajos y los príncipes herederos de la Corona de España.
La Boca: otro barrio imperdible donde hay mucho que conocer. Allí el centro de atención es Caminito, la emblemática calle museo. Con sus conventillos típicos de chapa de colores, sus 150 m. siguen el cauce de un arroyo que fluyó allí hasta principios del siglo XX y hoy son un pintoresco paseo peatonal. Además de recorrer estas pintorescas cuadras, también se puede visitar el moderno museo de arte contemporáneo La Fundación Proa, dedicado a los grandes movimientos artísticos del siglo XX. Otro imperdible es el Museo de Bellas Artes de La Boca de Artistas Argentinos “Benito Quinquela Martín”, con la mayor colección de obras de este artista y una colección de fabulosos mascarones de proa. Después de pasear por la ribera del Riachuelo se impone la foto con la imponente estructura de hierro del Puente Transbordador, inaugurado en 1914 y hoy Monumento Histórico Nacional; y la estructura que lo reemplazó a partir de 1940. Una visita al barrio de La Boca no estará completa sin conocer la mítica Bombonera, estadio del Club Atlético Boca Juniors. Otra visita imperdible es a la Usina del Arte, edificio de estilo florentino con ladrillo a la vista de 1916 donde hoy funciona una sala sinfónica con capacidad para 1.200 personas, además de espacios para espectáculos, exhibiciones de artes plásticas, muestras y exposiciones.