No hay duda de que el mundo del turismo tiene sus ojos puestos en Europa, como su continente. De hecho, el 80% de los países más visitados del mundo se encuentran en Europa, liderados por Francia (París) y España (Barcelona y Madrid). Sin embargo, hay ciertos países que parecen olvidados por la comunidad de viajeros, tal como lo reveló el último informe de la Organización Mundial de Turismo.
Estos lugares reciben menos de 80 mil turistas al año, pero son reconocidos como lugares históricos, con playas paradisíacas y una gastronomía de talla mundial. Los factores que influyen las pocas visitas, son los altos precios, como sucede con Mónaco, y el desconocimiento, como sucede con los países como Luxemburgo, San Marino y Moldavia.
A continuación, vea los cinco países menos visitados del mundo:
Esta ciudad-estado, independiente en la costa francesa, se precia por el lujo de sus calles, sus monumentales casinos, sus bahías con yates y la reconocida carrera de automovilismo (Gran Premio) que se realiza una vez al año.La arquitectura de la ciudad conserva los emblemáticos diseños franceses, como por ejemplo, la Catedral de Mónaco, construida en 1875, o el Palacio del Principado, que conserva en su interior el Museo Oceanográfico y un imponente acuario. Este último es reconocido por ser una obra maestra de la arquitectura mundial, como lo bautizó el New York Times.
La Organización Mundial de Turismo explica que Mónaco es uno de los lugares menos visitados del mundo por el costo de vida. Una noche en un hotel (no lujoso), como el Novotel Monte Carlo, cuesta 5 millones pesos y una cena en el restaurante La Montgolfiere Henri Geraci 168 mil pesos.
San Marino está ubicado en la zona norte de Italia, pero es un estado aparte que conserva una de las repúblicas más antiguas del mundo. Está rodeada de una muralla y es reconocida por sus calles con adoquines y castillos medievales.Uno de los lugares más recurrentes son Las Tres Torres, un castillo ubicado en el monte Titano, construido en el siglo XI. La gastronomía tiene influencias italianas con toques locales, como por ejemplo, los ‘fagioli con le cotiche’, conocido también como una sopa de tomate con panceta de cerdo; la sopa de garbanzos con fideos, ajo y romero o la pasta al horno con jamón ahumado, ternera, queso y salsa de tomate.
Este país de un poco más de 600 mil habitantes limita con Bélgica, Francia y Alemania. Su cultura está influenciada por la europa romana y germánica, por lo que sus habitantes hablan en alemán, francés y luxemburgués.Su principal atractivo se encuentra en el casco histórico de su capital homónima, declara Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1994. Allí encontrará la ‘Gran Rue’, una de las calles más antiguas de Europa donde podrá entrar a restaurantes, tabernas y antiguas cavas.
También tendrá la oportunidad de probar la típica salchicha de cerdo y fríjoles (Judd mat gaarder bounen) o el puré de papa con chucrut (repollo fermentado con vinagre y especias).
Moldavia, conocida como una antigua República Soviética, es conocida por sus bosques de niebla, colinas rocosas y los extensos viñedos.
Este país es reconocido por tener algunas de las bodegas de vinos más grandes del mundo, como las que se encuentran en las regiones de Nistreana y Codru. Aunque en sus calles se puede respirar la historia de la Unión Soviética, es este mismo factor que afecta el turismo del país con menos de 12 mil visitantes al año.
Aunque recibió 79 mil turistas en el último año, la Organización Mundial del Turismo reveló que se trataba de viajeros que querían ir de Suiza a Austria, países con los que limita.Aunque su territorio es de 160 kilómetros cuadrados, equivalente a la extensión de las localidades Suba y Chapinero, cuenta con más de 20 castillos medievales en su capital Vaduz, construidos entre el siglo XVI y XVII.
Al sur, en la ciudad de Triesenberg, los visitantes podrán practicar senderismo y disfrutar de los espejos de agua. En invierno se convierte en el lugar favorito para practicar ski, hockey, entre otros deportes.